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jueves, 28 de febrero de 2013

Leyenda de las Tres Cruces en Perú


La Leyenda de las Tres Cruces, tiene su origen en Paracas, Perú Sudamérica, esta leyenda fue contada a la Sra. L Taylor Hansen autora del libro Él Caminó las Américas, por un Indio nativo del Perú, que fue presentado ante ella por un sonriente amigo Navajo, y se lo presento a ella como un Navajo. Nadie podría haber adivinado que el no era Navajo, hasta que el admitió que era un Quechua. La autora aún muy agradecida por esta leyenda, no le fue posible encontrar  esta leyenda publicada por  Bancroft o por alguna otra autoridad. No obstante, menciona  que le parece muy autentica. Estas Cruces, menciona, apuntan hacia el Norte-Sur.
Autores: L. Taylor Hansen y Fraile Diego Durán
Por: Celestino Villalobos

Aún  cuando a la autora misma le pareció muy fantástica esta leyenda, a su juicio catalogo esta leyenda como verdadera. Claro esta que podemos pensar mil cosas, a no ser que sea una coincidencia, pero cuando hay relatos esparcidos por todo el continente entre las tribus americanas acerca de un personaje  Sanador, entonces no queda otra opción que considerar todas estas leyendas como verdaderas. Por otro lado podemos ver que esta leyenda de Paracas también era conocida por lo menos por nombre, por el autor del libro The Ancient Sun Kingdoms of the Americas. Aztecs-Maya-Inca. Por Victor W. Von Hagen, donde muestra una ilustración del “Árbol de la Vida”  y la menciona también por “Tres Cruces” sobre mirando la Bahía de Paracas cercas de Pisco, escarbado hondo entre la colina arenosa de 602 pies de largo. Al parecer no tiene idea del significado de esta figura gigantesca.
"Tres Cruces" Bahía de Paracas cercas de Pisco, también "El árbol de la vida"

Así como en la tierra que ahora conocemos como México, El fue hacia Tula Su venida fue anunciada por trompeteros, haciendo sonar el caracol de mar, mientras los tambores hablando con el tom-toms. De montaña a montaña por trescientas millas en las cuatro direcciones, las grandes nuevas viajaron. El Profeta de las sandalias doradas, vinieron a Paracas, Perú. También como en el norte, las tribus contestaron, como un diluvio que se arremolina vino la gente, viajaron de cada montaña y pueblo, de todas las direcciones vinieron las gentes. Sobre la ladera de la colina, mirando hacia la Bahía de Paracas se paro el “Sanador”.
Entonces de la tierra vino un terrible rugido, que vino antes del rugido del Dios Fuego, y la tierra empezó a temblar. La gente tenía miedo, pelando los ojos unos a otros, tratando de callar a sus niños. Fue el Dios Fuego que vive en la lava, la sangre roja de la tierra, Ah Musem-Cab, mostrando su ira a este Señor del Viento y el Agua.
Solamente el Pálido (hombre de piel blanca) estuvo allí en silencio, sin moverse a pesar de los temblores de tierra, Sus brazos todavía estaban levantados, en señal de bendición. Finalmente hubo silencio. “No temáis, mis hijos. Mi Padre, que gobierna la tierra y los cielos, no esta mostrando su enojo. El hace temblar la tierra para aguijonearme la memoria, recordándome que tengo una historia que contar.
Entonces el Sanador de las sandalias de oro, comenzó a contar una extraña historia. Relatándola tan bien, con cada detalle, que cada hombre pensó que él había sido testigo, y era tanto el silencio, que todos podían escucharlo.
Platicando de una tierra del otro lado del mar, donde todos los hombres eran como el: Barbados. Entonces habló de un hombre que vivió allí, que curaba a los enfermos, que les enseñaba y los amaba. Pero este hombre, irritó a los sacerdotes celosos.
Entonces les hablo de la gente inicua y malvada que vivía allí.
Menciona a un juez que no mira ninguna cosa mala en el. El juez es forzado a condenar al prisionero sobre una cruz de un árbol muerto. El prisionero se le hizo cargar una cruz hasta la cumbre de una colina. Algunos tratan de ayudarlo. Mientras las escupidas se batían en la sangre de su cabeza agachada. Así llevó la cruz hasta arriba de la colina. En cada lado, y un poco atrás de el, estaban dos ladrones amarrados sobre las cruces. Estos ladrones, gritando le piden por una bendición. Ellos eran de buen corazón, aún cuando habían echo algo malo. Entonces el pidió por una bebida. No había pasado mucho tiempo cuando la tierra empezó a temblar, El sol se obscureció. Las tres figuras se mecían en sus cruces, mientras que los vientos furiosos barrieron sobre la colina.
Esta gigantesca cruz, una en medio y dos a los lados, le dan semejanza a  árboles muertos, con sus ramas hacia arriba, como brazos levantados como símbolo de suplicación.
La Sra. Taylor concluye que los científicos, las miran con asombro. Y admiten que son muy antiguas. Estas tres cruces, probablemente tienen una edad desde el nacimiento de Cristo. Donde su significado escapa, de su mente y solamente menean la cabeza, ya que el significado va mas allá de  su entendimiento.
Extractos del el libro He Walked The Americas (Él Caminó las Américas) por L. Taylor Hensen, pág. 149-154. The Legend of The Three Crosses.
Traducción libre: Celestino Villalobos

Juan 19:17
Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la  Calavera, y en hebreo, Gólgota:
Y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio.



Relatos del Fraile Diego Durán
Si creen que la leyenda de “Las Tres Cruces” suena a  un invento desesperado de los Indios peruanos, no tiene sentido y si es un invento de  los españoles, menos.
 Pero veamos la desesperación del Fraile Durán, al encontrar que los indios en México, conocían y practicaban los “Diez Mandamientos”. Sin poder encontrar una explicación al tipo de costumbres y rituales que los aztecas tenían en sus templos. Entre estas costumbres siendo un poco breve en la descripción de sus ordenanzas, Durán menciona que los aztecas, después de sus ceremonias, bailes, sacrificios y juegos, todo dedicado a los dioses- los actores, sacerdotes y dignatarios del templo hacían una  imagen de masa y la trazaban con sus ornamentos. Entonces esto y las partes que representaban sus huesos y carne eran quebrados en pequeños pedazos. Comenzando con los ancianos, cada uno recibía la comunión con este (tzoalli), viejos y jóvenes, hombres y mujeres, hombres viejos y niños, todos recibían esto con gran reverencia, temor, y gozo que verdaderamente era una cosa de maravillarse.
La gente decía que ellos habían comido la carne y los huesos de los dioses, aunque ellos eran indignos. Todos aquellos que tenían enfermos rogaban para que se les diera para llevar con reverencia y veneración. Todos los que recibían la comunión eran obligados a dar diezmos de las mismas semillas con la cual habían formado la masa de la carne y hueso de los dioses.
Dice Durán, que el lector ponga atención de que manera tan brillante este diabólico rito imitaba eso de nuestra Santa Iglesia, que nos ordena a nosotros a recibir el Verdadero Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesús Cristo.
Esta fiesta caía el 10 de abril, que es cercas a los días de la Pascua de Resurrección, que usualmente caía en estos días, siempre diez días, antes o después.
De estas cosas dos observaciones se pueden hacer, ya sea como lo he declarado, nuestra Santa Religión Cristiana fue conocida en estas tierras o el diablo nuestro maldito adversario, forzó a los Indios a imitar las ceremonias de la Religión Cristiana Católica  a su propio servicio y culto, siendo el diablo servido y adorado así. Después de los solemnes ritos han terminado, un anciano sumo sacerdote (de gran autoridad) uno de los que servían en el templo se levantaba y en resonante voz el entonces predicaba palabras con relación a la ley y el ritual, similar a los Diez Mandamientos lo cual eran obligados a guardar.
Temerás, honraras y amaras a los Dioses. (Todos los indios que no observaban esta ley lo pagaban con su propia vida.)
No usaras el nombre de los dioses sobre tu boca o cuando hables, en todo tiempo.
Guardaras los días de fiesta.
Honraras a tu padre y a tu madre, pariente, sacerdote y ancianos. (Ninguna nación tenía en más reverencia y respeto por los ancianos como esta gente, los padres y madres ancianos eran tenidos en reverencia bajo pena de muerte,)
No mataras.
No cometerás adulterio.
No robaras.
No dirás falso testimonio

Book of the Gods and Rites and The Ancient Calendar.
Por Fraile Diego Durán. Traducido y editado por Fernando Horcasitas y Doris Heyden. Introducción por Miguel León Portilla. Universidad de Oklahoma Press Norman. Pág. 95.

lunes, 4 de febrero de 2013

Leyendas de los Apaches y El Viracocha Boliviano



No sabemos exactamente cuantas olas de migraciones de gentes provenientes de Sudamérica llegaron a Norteamérica ni desde que años atrás, lo que si es evidente por evidencias circunstanciales y de acuerdo con estudios hechos por arqueólogos e historiadores, los nahuas, se dice que esta raza se extendió por la vertiente occidental de la cordillera que atraviesa de norte a sur nuestro continente, hasta el Perú, pero sucesos posteriores la cortaron en diferentes lugares.1
Autor: Celestino Villalobos.
El tema de la geografía del LDM, es uno de los temas que mas me interesan, de tal manera que se me hace imposible  que algunos autores SUD tomen una actitud muy inflexible, al tratar de imponer una teoría aislacionista y afirmar que en el área del sur de México y el país Guatemalteco donde se desarrollo el principio y el final de la historia del LDM, sin considerar para nada Sudamérica, olvidando al carismático Viracocha del Perú y Bolivia, últimamente me he ido interesando y poniendo mas atención en la historia de estos países Sudamericanos en especial lo relacionado con el origen de este dios Viracocha. En mis lecturas aquí y allá, he observado que la mayoría de historiadores antiguos, en sus exploraciones y expediciones por el continente Americano, comparan con frecuencia la cultura Mexicana con la Peruana, por tener muchos elementos en común. Y en realidad no es nada de sorprenderse, ya que el área del Perú-Bolivia en Sudamérica y México fueron los imperios más grandes y ricos al tiempo de la conquista española y no solamente por eso, sino por otros elementos en sus costumbres, que por el momento pasare por alto. Fue evidente el dominio que lograron los Incas en el transcurso de sesenta años, pues lograron dominar casi todo el occidente de Sudamérica, desde Colombia, Perú, Bolivia hasta Chile, tal vez si hubieran disfrutado por más tiempo su poder político y guerrero, hubieran logrado llegar hasta el área Maya, hablando hipotéticamente.


Viracocha el Dios de los Baculos
La historia nefita del LDM a demostrado una  trayectoria desde Sudamérica hasta los Grandes Lagos, a pesar de las teorías aislacionistas de algunos eruditos SUD con relación a la geografía e historia. Y aunque son pocos los   difusionistas  o aquellos que creen posible que la historia del LDM implica  todo el continente Americano, poco a poco veremos que no podemos tapar el sol con un dedo y que pronto en un futuro no muy lejos, la teoría aislacionista quedara atrás y todos esos libros serán olvidados para reestructurar de nuevo la historia del LDM científicamente. Unos de las evidencias de la influencia Perú-Bolivia con México es el dios Viracocha, con elementos más humanos que el Quetzalcóatl de Mesoamérica, pues la representación lítica de la puerta del sol en Tiahuanaco, donde hay   serpientes, pumas y cóndores, mientras que el Quetzalcóatl Mexicano y Maya tiene los mismos elementos, serpientes, tigres y el pájaro Quetzal con su hermosa cola que al volar parece un hermoso pájaro serpiente. Tanto el Viracocha como Quetzalcóatl fueron  blancos y barbados, de tal manera que los incas cuando vieron a los españoles les decían los Viracocha.

Serpiente

Quetzal

Tigre

Hay un relato que llamó mucho mi atención y aunque no tiene referencias donde se menciona, pero que considero importante por su valor. Se trata de  una entrevista de la antropóloga Lucila Taylor Hansen con una tribu de pieles rojas apaches, autora del libro He Walked the Americas (Él Caminó las Américas) un libro de mas de 250 páginas, donde habla exclusivamente de las leyendas del “Sanador Milagroso” y las creencias y tradiciones de los Indios del continente Americano, donde hay algunas leyendas y tradiciones con relación a Sudamérica, Apaches y Navajos y otros más, es por eso que no dudo de exponer el siguiente relato.


Con este relato nos damos cuenta que los habitantes de Sudamérica iban y venían como Juan por su casa por Norteamérica. En un espacio de treinta años, ella se entrevisto con muchas naciones Indias, su vida se torna algo misteriosa, iniciada como miembro de la tribu Ojibwe, muy probable fue jefe de una tribu, al grado de ganarse la confianza de innumerables jefes.
De acuerdo con una sobrina, harta de tantas verdades a medias y mentiras acerca de su tía dice: Ella murió en 1976 en Phoenix, Arizona. Ella no fue miembro de la Iglesia SUD o (LDS) cuando escribió su libro (1963) He Walked The Americas, pero después fue bautizada como converso de la Iglesia SUD en 1969. El apellido Hansen es el de casada, fue a la Universidad del Estado de California en los Angeles (UCLA).
http://forum1.aimoo.com/theviewfromthefoyer/Zarahemla-City-Limits-Forum/He-Walked-the-Americas-by-L-Taylor-Hansen-1-102068.html

El relato empieza así: Cuando la estadounidense L. Taylor Hansen visitó una tribu de pieles rojas apaches asentados en Arizona descubrió unas historias muy interesantes. La Sra. Lucile mostró a sus invitados una fotografía de pinturas egipcias y una de ellas los apaches reconocieron a una de sus divinidades a la que dedicaban sus bailes, era el “Señor de la Llama y de la Luz”, y lo más sorprendente es que aquél dios vivía en el recuerdo de estos indios con su mismo nombre mediterráneo, Ammón-Ra.


Ammón-Ra

Aquello era más que el principio de una serie de revelaciones pues conocían la relación astronómica de los números sagrados de 8:13, lo que constituye exactamente la base del calendario Venusiano (la relación de las revoluciones de la tierra y de Venus con el sol.) Trece revoluciones de Venus son ocho revoluciones de la tierra.
8X364=2912
13X224=2912

Puerta del sol Tiahuanaco
Siguiendo su conversación con los indios, hizo referencia a Tiahuanaco, los apaches identificaron con aquella localidad un centro de su legendario imperio del pasado, describiendo, sin haberla visto nunca la estatua del “Blanco Barbudo”. < El dios empuña dos espadas en posición vertical, lo que significa “amistad hasta cierto limite”. Las espadas forman ángulo recto con los antebrazos, y con la cabeza un tridente, que es nuestra señal secreta de reconocimiento. “Allá donde se alza la estatua, es el lugar de nuestro origen.”

Gracias por su visitar al Lamanita.

1)       México A Travéz De Los Siglos 1969. Compañía General de Ediciones S.A. México, 5 D.F. Primera Epoca Historia Antigua pág, 42.
2)       Referencias de más leyendas parecida con la mencionada en el libro He Walked The Americas L.Taylor Hansen. AMHERST PRESS, Wisconsin 1963.