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viernes, 19 de septiembre de 2014





Los Colibrís
Estela Izapa núm. 5


El significado de los colibrís, trasciende todo lo imaginable, producto de la fantasía o una realidad inevitable. La cabeza del colibrí superior  tiene un diámetro de una pulgada cuadrada y representa a José Smith y el colibrí inferior representa al padre católico Crespi. Estos dos personajes están relacionados con planchas y artefactos de oro. Uno relacionado con el ángel Moroni y el cerro Cumorah y el otro con la Provincia de Santiago de Morona en Ecuador, Sudamérica.

 


Investigación: Celestino Villalobos 
Dibujos a lápiz por: Celestino Villalobos        
 
Colibrís tradicionales



Tal vez nos podemos conformar con lo que ya se ha dicho de los diferentes símbolos expuestos en la piedra de Izapa núm. 5, y dar por terminada la búsqueda a la interpretación, de las figuras que se encuentran en la piedra de Izapa, o tal vez mejor esperar a que el ángel Moroni venga y nos diga su interpretación, de esa manera no habría dudas. Pero eso no creo que vaya a pasar, algo que ha estado allí por cercas de 2300 años, decenas de generaciones de lamanitas y nefitas  han pasado  y se han beneficiado por las profecías impresas en el libro lítico de la piedra de Izapa a la vista del mundo. Una de las profecías más grande de todos los tiempos, escrita allí sería la restauración de la Iglesia de Jesucristo de  los Santos de los Últimos Días, por José Smith. Pero al mismo tiempo, cuantas generaciones lamanitas o nefitas leyeron este libro lítico y lo ignoraron, o será que la lectura de ese libro lítico no fue escrito para ellos, sino para nosotros en estos últimos días.
José Smith (Arte  Izapa)


Los beneficios y las aportaciones que este libro lítico nos proporciona, no son exclusivamente para los lamanitas o mayas que habitaron y habitan  el área del Soconusco, Chiapas, México. Cuando este libro lítico llegue al conocimiento en general a todas las naciones, será un testimonio que no podrán ignorar, podrán rechazarlo pero no ignorarlo. Cuando lo egipcios, hindúes, chinos, y demás naciones involucradas miren y comprueben que sus símbolos sagrados están impresos y forman parte de la historia de esta piedra, será un medio por lo que muchos de ellos aceptaran el evangelio. 

 

Debera ser de importancia  llevar este dulce nectar a todos las mentes, oidos y ojos, y despertar sus sentidos, ya que la mayoría de nosotros estamos cansados de escuchar las mismas cosas una y otra vez. Pero así como hay muchos que andamos buscando la verdad, un poquito aquí y otro poquito allá, otros, no, nos importa o pasa a ser indiferente, y dejamos que el mundo siga rodando. Sin en cambio existen aquellos, que invierten tiempo y, dinero para destruir la fe y  testimonio de aquellos, que se dejan engañar por evidencias infundadas, con diversos argumentos baratos. Y aunque mi perspectiva y observaciones sean inverosímiles para algunos, en ninguna manera invalidan las evidencias. ¿Qué de donde saque esto? La verdad es un arma de dos filos, mientras yo me puedo condenar en lo más profundo de los infiernos por mentiroso o tú por incrédulo.

La motivación para escribir sobre este tema, viene como consecuencia de algo, que yo no pedí. Tenía por lo menos unos cinco años, tratando de darle la cara al tema. Ya que en el pasado he invertido gran parte de mi tiempo, investigando los círculos concéntricos de la Gran Bretaña antigua, en busca de evidencias de un sistema calendárico  perdido hasta el día de hoy, de lo que puedo decir, que tuve éxito. Pero meter mis nariz en el tema de la piedra de Izapa núm. 5, nunca estuvo dentro de mis intereses, después de todo, ya se había dicho todo sobre el tema. Y si  me van a criticar, por mis comentarios, pues que así sea. Trate por mucho tiempo de sacarle la vuelta al asunto, pero puedo decir que invertí por lo menos ocho meses consecutivos, como si fuera en un solo parpadeo, sí, me obsesioné un poco con el tema, lo confieso, tratando de dibujar e interpretar los símbolos de la piedra de Izapa. Todo comenzó cuando concentre mi atención en el personaje de Lehi, pues Ayáx Moreno cuando actualizó los dibujos de la piedra de Izapa núm. 5, agrego detalles en el personaje de Lehi, dándole al personaje las características de Tláloc, lo que Ayáx Moreno nunca se dio cuenta, ahora mi curiosidad era saber si efectivamente Moreno, no nos estaba jugando el dedo en la boca, con la descripción del personaje de Lehi, y efectivamente confirme que Ayáx Moreno había hecho una reproducción e interpretación de lo más fiel de acuerdo a su perspectiva. Con el tiempo confirme y perfeccione el personaje de Lehi, con cien nuevos detalles. Claro que estoy exagerando, pero lo que quiero decir, es que Ayáx Moreno realmente trabajó intensamente para vislumbrar y sustraer a la piedra de Izapa todos los detalles posibles. Es gracias a Moreno y mi curiosidad que logre absorber, todo el personaje de Lehi, hasta el más mínimo detalle, lo que Moreno no pudo lograr, por falta de tiempo, ya que tratar de interpretar la piedra, es como tratar de mirar en la obscuridad.

 También puedo decir que tuve mucho éxito y sobre todo satisfacción personal. Para todos aquellos que llegue este trabajo a sus manos, quisiera que se pusieran a pensar y considerar que esto no es producto de mi imaginación ya que no me considero tan creativo y sobre todo la coordinación de ideas tan precisas. Lo que no me considero el inventor de las imágenes que he logrado identificar dándole una interpretación visual, en cierta manera, soy el creador, ya que jamás hemos visto tales imágenes antes.

El impacto que logre tener en el futuro este mensaje, es impredecible, lo que no me preocupa en lo más mínimo, si lo quieren tomar como una fábula, cuento, leyenda, ficción o profecía pura depende del individuo. No busco, fama, fortuna, ni escaparme del anonimato, ni intereses económicos, o personales.

Me podría guardar esta información, como un asunto y satisfacción personal, y ustedes tal vez esperar otros cien o quinientos  años más, hasta que alguien nos pueda dar la interpretación tan necesaria, mientras, dejar que el trigo y la cizaña crezcan juntos. De esa manera permitir y  tolerar toda clase de comentarios anti mormones. En español no se mira tanto este tipo de propaganda nociva, pero en inglés hay abundantes sitios en la web, algunos muy interesantes pero letales.

Dibujo Ayáx Moreno
La trama y narrativa que encierran estos dos colibrís, es tan extensa y profunda que te sorprenderás de la manera, en que el escultor que gravó estos dos colibrís sobre la piedra, sin duda  alguna se anticipa a  acontecimientos que suceden cientos de años después. Tal como las historias de Julio Verne, que en cierto grado también se anticipó, a su época.

En 1863, Verne había escrito una novela llamada “París en el siglo XX” acerca de un joven que vive en un mundo de rascacielos de cristal, trenes de alta velocidad, automóviles de gas, calculadores y una red mundial de comunicaciones, pero que no pudo alcanzar la felicidad. Se le recomendó que este tipo de novela dañaría la carrera de Verne y le sugirieron que la guardara por veinte años para publicarla. Verne guardo el manuscrito en una caja fuerte, donde fue descubierta por su bisnieto en 1989 y publicada en 1994.

Primer colibrí.

 
Durante las meticulosas inspecciones en la piedra de Izapa núm. 5, logré enfocar mi atención hacia las figuras de los colibrís, el primero en identificar fue el colibrí de la parte superior, inmediatamente reconocí al personaje como José Smith. Para entonces mi vista, ya estaba más entrenada para lograr captar los detalles del personaje mencionado. Lo interesante del asunto es que este personaje o colibrí, me pareció más bien el ángel Moroni, con su trompeta en su boca. Podría asegurar por las características del grabado que se trataba del ángel Moroni, tal y como vemos la estatua en la cúspide de los templos. Pero no era el personaje Moroni, sino específicamente José Smith, ya que de acuerdo con la descripción lítica, se puede apreciar al personaje  con su típico traje y su moño en su cuello. Una de estas características es el estilo de peinado que José usualmente lucia en público. El otro detalle que no pude pasar inadvertido fue la trompeta, Moroni usualmente está sonando su trompeta por el extremo más delgado, no así, sucede con la imagen que representa a José Smith, como colibrí, con su trompeta invertida, esto es, que no está sonando la trompeta, en la imagen se puede apreciar que José efectivamente está usando una trompeta, pero con la parte ancha sobre su cara, en otras palabras pareciera que José está hablando a través de una bocina. Como portavoz.
Algo que capto mi atención, con relación a la cara que caracteriza al personaje de José Smith y aún Moroni, es que la cara de José, me parece que tiene el símbolo de la lluvia o agua, al estilo de Tláloc, la manera en que aparece su cara, es muy expresiva, pues te da la idea, de que la boca está abierta a lo máximo, tal vez como gritando, a través del orificio y la parte más ancha de la trompeta, lo que implica que este colibrí, esta elevado a una de las deidades más importantes de Mesoamérica.
Signo ondulante  "agua" o "lluvia"

No estoy diciendo que es Tláloc, simplemente que tiene en su cara el símbolo del agua o una serpiente ondulante al frente, representando tal vez, que pertenece a la casta y sacerdocio de la Serpiente. Y para los escépticos esto es una prueba  de lo original tanto del grabado como su reproducción, ya que hasta el momento, este detalle no ha sido detectado todavía por los académicos, aunque para el tiempo en que sean confirmadas mis observaciones, tal vez pasen muchos años, espero que no.
 
 

La típica representación del ángel Moroni que vemos en las torres de los templos Mormones son, trompeta, personaje, y una esfera sobre la que está parado. Es precisamente la imagen sobre la piedra de Izapa, donde se encuentran el colibrí superior. Este colibrí superior, se puede apreciar el pico del colibrí que es la trompeta, el personaje que bien puede ser José Smith o aún el ángel Moroni, tal y como lo conocemos en nuestros días. Y la esfera sobre sus pies. Esta esfera o círculo, es lo más compleja de la mayoría de símbolos sobre la piedra de Izapa, en relación con los colibrís.
 
Esta esfera que bien representa la tierra donde vivimos, sobre la cual Moroni siempre  descansa sus pies. Pero en la piedra de Izapa, esta esfera forma la parte superior de la trompa de un elefante, también es la cabeza de un abejón, representa la cabeza de un gallo, y por último ese círculo es la cola enroscada de un mono. Así que si creen que me estoy imaginando cosas, están equivocados, tal vez sea la razón que nadie ha podido interpretar todas estas imágenes al mismo tiempo, simplemente porque no han tomado el tiempo para hacerlo. Siempre me pregunto, habrá una conspiración para mantener en secreto esta información, o en realidad los académicos están a obscuras.

Aún cuando dedique ocho meses consecutivos, en dibujar las imágenes de la piedra de Izapa, todavía en mi tiempo libre, sigo con el trabajo tratando de rescatar cualquier indició que pueda añadir mas sentido a la interpretación, este viernes 12 de septiembre de 2014, encontré otra “M” que significa que los dos colibrís se relacionan uno con otro. Esta letra esta entre lo que forma los ojos del mono, lo que tradicionalmente es un caracol en la espalda del querubín del lado izquierdo.

 

Sería algo excelente, que yo pudiera tener las credenciales, certificados y reconocimientos para poder hacer más creíble, mis investigaciones  furtivas. Se necesita valor y carácter para poner la cara y declarar que dichas interpretaciones a mi juicio son de lo más  correcto posible, o sería la persona más cínica y farsante. La fuente de la interpretación  es original, y aunque sigue un curso no académico, siempre será juzgada como, apócrifa que significa falso, supuesto  o fingido. Al último los más beneficiados, seremos los pobres de espíritu, aquellos que andamos, tristes casados sin él. Como una postrera esperanza.

Esta imagen impresa en el libro lítico de Izapa núm. 5, sin ninguna duda habla de la restauración de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, comunmente conocida como la iglesia Mormona, por José Smith, gracias a la intervención del ángel Moroni que le entregó unas planchas de oro en el cerro de Cumorah, en el estado de Nueva York, que contenían la historia de los antiguos habitantes de las Américas y la visita de Jesucristo después de su resurrección. Incluyendo el Libro de Mormón, podemos lograr juntar varios tomos, con relación a todos estos acontecimientos tan trascendentales. Entonces la autora ecuatoriana Ruth Rodríguez Sotomayor tiene razón en llamar a las piedras con grabados antiguos, como libros líticos. La piedra de Izapa núm. 5, es un libro lítico que sintetiza con unos grabados, un enorme volumen de información.

Las implicaciones de la imagen del colibrí superior que representa a José Smith y aún al ángel Moroni va más allá de nuestra  perspectiva, ya que el ícono de la estatua del ángel Moroni en la cúspide de un  templo fue primero en la ciudad de Salt Lake, en el estado de Utah U.S.A.

Lo que significa que el templo de la ciudad de  Salt Lake, y los templos en general  están implicados indirectamente en la imagen  del personaje que visiblemente es un colibrí, pero que en realidad personifica al profeta José Smith y a Moroni. Lo que significa que el autor del libro lítico de la piedra de Izapa, cuando la gravó, vio nuestros días y nuestros templos y nos proporcionó las imágenes necesarias para inspirarnos y fortalecer nuestro intelecto y raciocinio. Ya que este vidente o profeta que escribió sobre la piedra de Izapa núm. 5, vio la imagen del ángel Moroni parado sobre una esfera, de esta manera este vidente deseaba que sin ninguna duda pudiéramos hacer esta observación. Fue posible que solamente  vio el templo y las torres de la ciudad de Salt Lake, Utah, ya que en otras imágenes, puedo ver el templo de Salt Lake y aunque esta imagen es muy pequeña y muy escondida, está allí.

En los días del profeta José Smith, se armó un revuelo de opiniones, ya que José afirmaba ver visto a Dios Padre y su hijo Jesucristo en su primera visión, y para añadir más a su fama de loco y visionario, pues afirma que un ángel llamado Moroni le aparece y le da instrucciones para que en determinado tiempo, saque un compendio de anales escritos en hojas de oro, que están escondidos en el cerro Cumorah muy cercas de donde José vivía. Esto es básicamente la relación e interpretación que puedo concluir del grabado del colibrí superior. Pero no piensen que esto fue sumamente fácil, aparentemente la perspectiva general del gravado de la piedra de Izapa, muestra sin lugar a dudas las imágenes de dos colibrís, el colibrí es la avecilla más hermosa sobre la tierra, que se le asocia como símbolo de la resurrección y vida eterna. En un artículo conocido como; A new artistic Rendering of Izapa Stela 5: A Step toward Improved Interpretation. (Una Nueva Representación Artística de la Estela 5 de Izapa: Un paso hacia una Interpretación mejorada). Por John E. Clark. Este artículo es donde aparecen las contribuciones de Ayáx Moreno. Donde aparecen los Colibrís dice: El significado preciso de estos colibrís no es conocido.

El señor John Edward Clark es un arqueólogo Americano e investigador académico de las culturas precolombinas de Mesoamérica. En 2008 tenía la posición de profesor de antropología en Brigham Young University (BYU) y también director de  Nuevo Mundo Fundación Arqueológica (NWAF). New World Archaeological Foundation. [1]

Segundo Colibrí
 
 

Para poder identificar al segundo colibrí ubicado en la parte inferior del grabado, me llevo varios meses, al principio por no estar familiarizado con la imagén, aunque fui muy persistente, la imagén del colibrí inferior me parecía muy exagerada y, hasta cierto punto grotesco, ya que más bien me parecía la imagén de una caricatura de un retrato hablado. Con el tiempo y mi insistencia pude identificar al personaje, por fin logré por lo menos, tener una imagén más precisa de la cara de este personaje, por el momento no era una cara que me fuera familiar, al principio me pareció que podría ser la cara de Brigham Young, segundo presidente de la Iglesia, pero no me convenció del todo, ya que la imagén que capté, mostraba una nariz muy prominente y hasta cierto punto diabólica, descartando la posibilidad de que fuera la cara de Brigham Young. Probablemente pasaron algunos seis meses, cuando casi caigo de espaldas al identificar inesperadamente al segundo colibrí.  En ese tiempo, estaba dando forma a un artículo que titulé “Los nefitas, la gente del maíz” para entonces recibí, correspondencia de Néstor Arturo Vázquez Fuentes, donde me introduce al tema de la Sra. Ruth Rodríguez Sotomayor.  Kara Maya: Madre de la humanidad y que tenía relación con el tema en que estaba trabajando, me pareció tan interesante  que pare lo que estaba haciendo e inicie una  investigación sobre las teorías de la señora Ruth, este mismo tema me lleva a la cueva de los Tayos, una biblioteca subterránea de muchos artefactos de oro, y eso me lleva a la colección  de objetos raros del padre Crespi, inmediatamente cuando vi, la imagén del rostro de Crespi, supe que él era el colibrí que se encuentra en el grabado de la piedra de Izapa núm. 5. Como mencione, una vez que identifique al colibrí que personifica a José Smith, y basado en la precisión de las características trazadas  sobre este gravado para su identificación, era necesario de mi parte no exagerar ni tampoco imaginar sino simplemente copiar tal y como me parecía que era realmente el personaje, de otra manera jamás lograría identificar al segundo colibrí. [2]

Cuando vean la caricatura o retrato hablado por decirlo así y lo comparen con el personaje del padre Crespi, verán que no exagere al dibujar al segundo colibrí con una enorme y amplia nariz, y tal vez hasta una sonrisa de asombro se les escape de sus bocas. Y Esto será una muestra clara de mi honestidad y buena voluntad,  para convencerlos que el autor del libro lítico de la estela de Izapa núm. 5, claramente coordina un cúmulo de ideas. Coincidencia en tiempo y lugar de gran número de cosas, especialmente de hechos, circunstancias, ideas y sentimientos. Que son proyectados cientos de años después, lo que va más allá de la inteligencia y el raciocinio.

Para confirmar lo mencionado, el segundo colibrí, que ya mencione es el padre católico Crespi. Este colibrí, está asociado con una área geográfica en la provincial de “Morona de Santiago” en la ladera este de las montañas de los Andes, en Ecuador, Sudamérica,  donde se encuentra la “Cueva de los Tayos” es en esta cueva, donde aseguran que estaba llena de artefactos y objetos de oro y plata, en donde se cree que la Iglesia de Jesucristo delos Santos de los Últimos Días se vio involucrada en el financiamiento de algunas expediciones para internarse en la cueva.




La historia en relación  del padre Crespi y su colección gigantesca de objetos antiguos y, la cueva de los Tayos, en el área de la provincia de Morona de Santiago, Ecuador está llena de  conspiraciones y complotes digno de llevarlo a la pantalla grande, donde los principales protagonistas son, Juan Morics, Julio Gollén Aguado, el astronauta Neil A. Armstrong, el autor del libro “The Gold of the Gods” Erich Von Daniken, y la expedición Británica de 1976. [3]

Las películas de Indiana Jones, se quedaron insípidas y aburridas al compararlas con la trama que se desarrolló durante estos eventos. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se vio involucrada directa o indirectamente en relación del descubrimiento de la cuevas del señor Juan Morics, para hacer el cuento chico, Julio Gollén Aguado era mormón y fue el que introdujo a Juan Morics a algunos oficiales de alto rango de aquellos tiempos, como lo era el conocido apóstol y después presidente de la Iglesia mormona Spencer W. Kimball, durante muchas entrevistas y fallidos intentos por cristalizar el tan necesario financiamiento de las subsiguientes expediciones a la cueva de los Tayos, todo terminaba en un ambiente de desconfianza. Ya que Juan Morics quería los derechos de propiedad del descubrimiento de dichas cuevas y al parecer de acuerdo con el diario de Julio Gollén, la Iglesia para poder financiar dichas expediciones  quería los derechos de propiedad lo que Juan nunca acepto.

De que si fue real o no este descubrimiento, depende mucho del criterio y perspectiva de cada persona, aún a mí, me parece un relato sacado de la mente delirante y cristalina de un ser genial, revuelta con  fantasía y ciencia ficción, es exactamente la descripción de José Smith, viendo seres celestiales, bajando y subiendo del cielo con instrucciones para él. A donde quiero llegar es que el lector se dé cuenta que estos dos acontecimientos, uno que se relaciona con la restauración de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, por José Smith, las planchas de oro y seres celestiales, como Moroni,  trascendió  toda mente humana, nadie hasta entonces había montado una historia tal como la de José Smith, que por lo menos hasta ahora tiene catorce millones de seguidores, un Libro de Mormón, un libro, tal vez más vendido del mundo, y una historia que todavía causa asombro y admiración. Y estos hechos son mundialmente conocidos. De la misma manera, la historia del padre Crespi y Juan Morics de los tesoros encontrados o no y la librería metálica en la cueva de los Tayos y un innumerable contingente de personajes  muy conocidos que desfilan alrededor de esta historia, son de conocimiento mundial. Ahora habrá muchas personas escépticas que rechazarán esas dos historias en particular por ser tan fabulosas,  dos historias que se encuentran registradas en la piedra de Izapa núm. 5, representadas por dos colibrís, el colibrí superior que es José Smith y el segundo colibrí que se encuentra en la parte inferior y representa al padre católico Crespi.
 

Por lo menos en lo personal me gustan los relatos y evidencias que han sido mostradas a la vista de todo el mundo, los temas del padre Crespi, Juan Morics, y la intromisión  del controversial  Erich Von Daniken son abiertamente discutidas, de la misma manera todo lo que se relaciona con la restauración de la Iglesia Mormona por José Smith, es también ampliamente expuesto al público.

 
Con relación a las evidencias de los dos colibrís grabados en la piedra de Izapa núm. 5 y a la fantástica interpretación que aparentemente le doy, solamente puedo decir, que por la falta de intervención científica y académica sobre la interpretación de los símbolos e imágenes y dado al aparato burocrático para dar seguimiento a procedimientos, y para evitar intromisiones sin sentido y obstrucciones, presento esta interpretación personal que considero competente, para los mejores intereses en general, omitiendo la fuente de origen, o usando los mismos medios que otros en el pasado.

Pasando lo mismo con la historia de Juan Morics y la amistad de Julio Gollén Aguado, Juan Morics nunca reveló y se llevó a la  tumba el secreto de la entrada a la cueva donde estaban concentrados los artefactos desconocidos antiguos y una librería de láminas de oro, pero antes de morir Juan, condujo a su amigo Gollén y le mostro todos estos tesoros, de esa manera Julio Gollén sería testigo del lugar exacto de la entrada secreta de la cueva, y así Juan Morics y Julio se llevaron el secreto a la tumba. De acuerdo con el diario de Julio Gollén cuando Juan lo condujo hacia la cueva y vio muchas cosas increíbles, dice: La impresión que le produjo la vista de tal fenómeno fue demasiado para un Julio que se encontraba al filo del desborde emocional. Rompió en un incontrolable llanto, y debieron pasar unos minutos hasta que pudo recobrarse y seguir a Juan. [4 ]. Lírico y Profundo. Vida de Julio Gollén Aguado. Por: Guillermo Aguirre 2006. LibrosEnRed.

 

La piedra de Izapa núm. 5, a pesar de todo lo que se ha dicho ya, no es ni el principio. Esta piedra como ya lo he mencionado en artículos pasados es como una piedra mágica y fantástica que nos lleva a una realidad histórica del presente, pasado y del futuro, no es menos fantástica que la historia del padre Crespi, y los intentos fallidos de Juan Morics de revelar al mundo el pasado de lo que fue la antigua América, y las aventuras de Erich Von Daniken. Lo que significa que mi historia e interpretación de la piedra de Izapa núm. 5, no tiene nada de fantástica, ya que he mostrado evidencias que son verdaderamente  extraordinarias.

Uno de los personaje centrales  sería el padre Carlo Crespi, que vino de Milán  y nacido en Italia en 1891y que vivió en el pequeño pueblo de Cuenca, Ecuador, en la vecindad de la provincial de Morona de Santiago, por más de cincuenta años, él fue sacerdote de la Iglesia de María Auxiliadora, sin duda el padre Crespi fue aceptado por los indios como un verdadero amigo. Usualmente los indios solían traerle regalos por sus lugares escondidos, que acúmulo muchos preciosos objetos, que guardaba en su casa e iglesia, que un día recibió el permiso del Vaticano para abrir un museo. Este museo en la escuela  Salesiana, creció y creció, hasta que en 1960, fue uno de los más grandes museos del Ecuador y Crespi fue reconocido como una autoridad en arqueología. Pero él siempre fue un vergonzoso siervo de la iglesia, porque el aseguraba vehementemente que él podía probar que había una conexión directa entre el Viejo Mundo (Babilonia) y el Nuevo Mundo (pre-Inca civilización): y eso iba directamente en contra de la opinión que había  prevalecido.

Ahora estas evidencias, como nos ayudan a entender el panorama en general de la geografía del Libro de Mormón, y aquí, mato varios pájaros, con una sola piedra. Me refiero a los pájaros, que aseguran que la historia y geografía del Libro de Mormón, se limita solamente al área de Yucatán, Chiapas,  y Guatemala y algunos cientos de millas alrededor. El Ecuador es geográficamente el centro de la tierra, el país Ecuatoriano se encuentra en Sudamérica, pueden ver algo raro y contradictorio, es precisamente lo que pasa con las tierras del Libro de Mormón y no necesariamente significa que alguien nos quiera engañar, ya que sabemos que a pesar que el país del Ecuador este en el centro de la tierra, se encuentra ubicado en la porción de tierra que conocemos como Sudamérica, ya que sabemos que Centro América está en la porción que corresponde al hemisfério del norte. Que tan difícil es entender eso.

Los eventos del final de la historia del Libro de Mormón, de acuerdo con Moroni, el último profeta que escribió sobre las planchas de oro, tuvo lugar en lo que ahora conocemos como el estado de Nueva York, cercano a los Grandes Lagos, en un cerro conocido como Cumorah.

El nombre de Moroni en la historia.

Los eventos relacionados a la conocida “Cueva de los Tayos” en la provincial de Morona de Santiago, Ecuador donde Juan Morics aseguraba había una biblioteca metálica con artefactos y objetos diversos de oro, tomo lugar en lo que conocemos hoy como Sudamérica o la tierra de Nefi del Libro de  Mormón, todavía más al sur de la estrecha nuca o pescuezo de tierra, (Panamá). En la versión en inglés  se le dice “narrow neck”. Eso me hace pensar en la ironía de las cosas, como muchos académicos sufren del síndrome de la ‘nuca estrecha’. 

Tenemos el nombre de Moroni, cercas de los Grandes Lagos. Tenemos el nombre de Morona de Santiago, en el Ecuador y las montañas de los Andes, siempre va saltar alguien y decir que el nombre de Morona de Santiago, puede ser un nombre caprichoso y casual. Bueno si eso no es suficiente, permítanme decirles, que antes o muy posible todavía existe una calle en el Cusco, Perú que se llama “Pampa Moroni”. [5]  The Incas of Peru. Clements R. Markham. New York. 1910, p. 379
 
 

Lo que significa que el territorio Nefita en algunos periodos de tiempo de la  historia del Libro de Mormón abarco grandes distancias, no solamente algunos cientos de kilómetros a la redonda, como algunos académicos SUD aseguran. De esta manera, podemos aprender o por lo menos considerar, que las tierras del Libro de Mormón, siempre han sido, sur, centro y norte América.

Esta descripción de la interpretación de los dos colibrís que se encuentran en la parte izquierda superior, succionando el néctar de la vida, de este ser celestial  o gran cipactli, que representa el nombre y estandarte del anciano Lehi. Será una muestra inicial, tanto de la verdadera imagén de algunas secciones de la piedra de Izapa núm. 5, como la interpretación o significado de determinada imagén. No significa que tengo respuesta para todas las imágenes presentes, conocidas tradicionalmente o desconocidas hasta este momento. Pero puedo asegurar, que la mayoría de personajes presentes en esta piedra, que conocemos tradicionalmente, no son, en la mayoría de los casos lo que se nos ha hecho pensar. En la mejor interpretación, sabemos que la piedra de Izapa representa el sueño de Lehi, y que su familia está involucrada en estas escenas, y hasta aquí todo me parece perfecto. Pero la identificación individual de cada personaje, criaturas acuáticas y del aire,  con figuras antropomórficas y símbolos, no han sido identificados propiamente, lo que esto conlleva alertar nuestros sentidos para poder estar listos, de las cosas, no nuevas, pero en diferente perspectiva o interpretación y, nos hará reflexionar, de cómo es posible que semejante información, pueda estar impresa pronosticando, profecías, que hasta ahorita han sido incomprensibles para nosotros.

Entiendo del escepticismo de algunos y de la  incompetencia de otros y al mismo tiempo mis limitaciones ya que mi vehemencia sobre este tema ha excedido los límites y va más allá, de lo  que nosotros mismos nos hemos impuesto o que alguien más nos ha impuesto como norma, de no aceptar nada que no sea científico y bajo un escrutinio riguroso por alguien calificado. De esta manera, y sin ningún sentimiento egoísta he hecho estas observaciones. Lo que puedo decir a esto, es que lo que me capacita y me da la oportunidad para hacerlo son las largas horas que he estado enfrente de las imágenes de la piedra de Izapa, y el estudio que he hecho y que en el peor del caso para ti, lo ignores, estando en todo tu derecho. Mientras dejemos que el mundo siga girando. Todo tiene su dualidad, en la mayoría de escenas de la piedra de Izapa núm. 5, en el caso del colibrí superior, es José Smith y a la misma vez representa al ángel Moroni, el colibrí inferior representa al padre católico Crespi, y el personaje dual de Crespi, ya esta identificado, pero por el momento no lo puedo revelar.

Otro aspecto que por cierto me parece muy interesante, es la composición de la piedra de Izapa núm. 5, de acuerdo con los expertos es andesita, un componente volcánico, para mi es una piedra muy dura, casi comparada con el cuarzo y el cuarzo da la impresión, de ser un cristal, la andesita de acuerdo con la escala de Mohs esta entre 6-7 de dureza, el diamante es el material más duro, estando en el rango de 10. Lo que significa que la andesita es un material muy duro para un libro lítico, de esta manera en la región de los Andes y México, fue el material preferido e intentaban inmortalizar  todo lo que gravaban, siendo la andesita llamada asi en honor a los Andes.

Que ni el agua, golpes ocasionales con otras piedras, ni siquiera la rayaría, a no ser que fuera de un material mucho más duro que la andesita en un rango de 8 de dureza, así que si vamos hablar de desgaste, lo dudo.

Todo lo que he mencionado de la interpretación de los colibrís, me parece razonable, las piezas del rompecabezas parecen ajustarse muy bien, y si esto que  mencione les parece inverosímil, todavía no termino, ya que lo que mencionare es mucho menos creíble, una, porque físicamente no conozco dicha piedra y dos, porque entonces estaré hablando hasta por los codos, teniendo una imaginación muy volátil. Pero esta es mi hipótesis de acuerdo con mis observaciones. La piedra de Izapa, deberá tener cercas de ocho pies cuadrados de acuerdo con las proporciones y la perspectiva de las imágenes que aparecen simétricamente. De acuerdo con los educados SUD, esta piedra tiene ocho pies de alto y cinco de ancho. Si tuviera casi ocho pies cuadrados, entonces lo que es la cabeza del colibrí superior, tendrá una pulgada cuadrada de diámetro, tan pequeña como una moneda de 25ȼ americanos, ahora si la piedra tuviera 8 x 5 pies, significa entonces que la cabeza del colibrí, será todavía más pequeña, así que debo de estar loco, para asegurar que la pequeña cabeza del colibrí superior es la cabeza de José Smith. Con esto solamente estoy tratando de convencerme a mí mismo, ya que no había considerado lo pequeño de la cabeza del colibrí, como consecuencia el cuerpo del colibrí tendrá un largo de 12 pulgadas, cuatro pulgadas de pico o trompeta y ocho de cuerpo de cabeza a pies, lo que con estas proporciones, la cabeza propiamente tendrá una pulgada cuadrada. Lo que significa que puede ser la cabeza más pequeña de todos los personajes en la piedra de Izapa, y una de las imágenes más importantes, lo que fácilmente puede seguir desapercibida por otros cientos de años, hasta que de nuevo se estudie detenidamente este tipo de arte, desconocido hasta nuestros días. Lo único que me vuelve a mis sentidos, son los detalles que ya mencione con relación a las características del colibrí que describe a José el profeta, en casi cada detalle.

 

Referencias y notas:


[2]



[5] The Incas of Peru. Clements R. Markham. New York. 1910, p. 379.

Estos dibujos a lápiz, fueron echos por Celestino Villalobos. Pueden usarse, pero sin fines comerciales.

 

 

 

 

 

 

martes, 14 de enero de 2014

Viracocha y su Compañero Alado



Es muy popular entre los Andinos y los habitantes del Perú los relatos orales del Coriquenque compañero alado de Viracocha, un picaflor de oro, esta pequeña ave conocedor del presente y el futuro. Huitzilopochtli también tenía un colibrí, como compañero a su lado. Al parecer hay una similitud enorme entre las leyendas orales Andinas y las Aztecas sobre este picaflor andariego.


 

Investigación por Celestino Villalobos

Después de algunas lecturas por aquí y por allá tropecé con estos colibrís o picaflores, pensé desde luego que podría ser una coincidencia, pero como no creo en las coincidencias, pensé que valdría la pena saber más sobre el tema, después de todo sería interesante. Una de las razones principales por las que relacione al picaflor Andino con el colibrí de los aztecas, y aunque posiblemente no tenga nada que ver. Al estar trabajando y haciendo observaciones en la Estela de Isapa No. 5 encontré que el personaje que popularmente conocemos como Nefi en dicha piedra se caracteriza como un Colibrí, este personaje todavía no ha sido identificado plenamente a pesar de todo lo que se ha dicho por los académicos. Aun cuando la piedra de Izapa hace un relato del árbol de la vida, e implica fuertemente a la familia de Lehi como actores principales, Lehi, Sarhia, Nefi, Laman y Lemuel y tal vez Sam, Jacob y José. Esta evidencia no me parece, implica que Lehi haya desembarcado en el área de Centro América, ya que  mis lecturas del Libro de Mormón me invitan a pensar que Lehi, desembarco en Sudamérica lo que significa que este Colibrí  es de origen Andino y caracteriza al personaje de Nefi en la piedra de Izapa. Lo que podemos notar una migración gradual desde el área de Chile hasta los Grandes Lagos de Norte América, ya que más o menos esa fue la dirección que Fray Diego Durán describió la ubicación de Aztlán, estas cuevas están en Teoculuacan, que, por otro nombre, se llama Aztlán, tierra que todos tenemos noticia  caer hacia la parte del norte y Tierra Firme con la Florida. [1] Historia de las Indias de Nueva España. Fray Diego Durán. Tomo II. p. 18.

Es entonces que de Aztlán de donde los Mexicas bajo la dirección de Huitzilopochtli, o colibrí zurdo, los guío hasta fundar la ciudad de Tenochtitlan.


                                              Huitzilopochtli con mascara de colibrí


Dado a que solamente son relatos orales en algunos casos no encuentro documentación para verificar su seriedad, en algunos casos este relato es repetido una y otra vez aún por estudiantes universitarios del Perú y personas   acreditadas  y por otras evidencias circunstanciales concluyo que el relato del Coriquenque  de oro es real.

Me parece muy hermoso este relato en especial:

Viracocha al igual que otras deidades, fue nómada y tenía un compañero alado, el pájaro Inti, una especie de pájaro mago, conocedor del presente y del futuro, representado en mitos como un picaflor de las alas de oro (Quriqinqi).

 

En mis lecturas ociosas, me di cuenta que por lo menos hay tres pájaros en Sudamérica que se le llama “Corequenque” y al principio esto me hizo invalidar los relatos del colibrí de las alas de oro y compañero alado de Viracocha. El primer Corequenque y mi preferido es el Colibrí de Oro, el segundo es un tipo de halcón Andino y el tercero es un tipo de quetzal peruano, pero al parecer sin el plumaje largo de su cola.

Otro de los detalles con respecto de estos Corequenques, son generalmente como deidades, por sus atributos y simbología individuales por ejemplo el colibrí, como mensajero colector de miel y plumaje hermoso, el halcón llamado también como caracará o matamico excelente cazador y el pájaro Pilco de hermoso plumaje, un tipo de quetzal del Perú. Sin duda el plumaje de estas tres aves fueron usadas por el Inca para adornar el llauto y Mascapaicha, las plumas del ave halcón eran blanco con negro.

Por medio de fuentes de algunos cronistas del tiempo de la conquista puedo deducir de la autenticidad de estos relatos orales, ya sea en forma de un halcón, colibrí o quetzal dependiendo del área geográfica de determinado grupo étnico. Por ejemplo en la iconografía del área del Perú y Bolivia en Tehuano el ave por excelencia sería el cóndor, en los días  de  los Maya-Toltecas sería el Quetzal. Lo que las aves siempre han transmitido sentimientos espirituales como mensajeros de los dioses, poseer sus plumas sería adquirir sus atributos, siendo un honor muy valorado.

En la historia; Los Incas del Perú, Sir Clement Markam menciona que Ayar Manco, tenía un cetro de oro que lo usaba para determinar la fertilidad de la tierra, si la tierra era muy fértil el bastón se hundía en su totalidad, que sería el final de su lugar de descanso y fundación. Este mismo personaje tenía un pájaro como falcón que lo tenía en una jaula, y toda la gente lo miraba como sagrado, no podían decir si este pájaro estaba vivo o era artificial, decían que este pájaro era un familiar de Ayar Manco.[2] The Incas of Perú por Clement Markam 1910. p. 50.

Cuando los cuatro hermanos Ayar dejaron sus casas en Tampu-tocco, Manco Ccapac o Ayar Manco, tomó un pájaro como falcón llamado Indi. Ellos pensaban que este pájaro hizo que Manco Ccapac lo sirviera como señor y obligaba a la gente a seguirlo, pájaro llamado “Indi” un espíritu familiar de él. [3] Historia de los Incas. Pedro Sarmiento de Gamboa. p. 37.

 
                                                                Korekenke

Cuando Manco Ccapac está a punto de morir, deja el pájaro “indi” encerrado en la caja, el tupac-yauri o centro dorado, el napa y el suntur-paucar la insignia del príncipe a su hijo Sinchi Rocca para que tomase su lugar. Ibíd. p. 45.

De Manco Ccapac se originaron diez familias, desde entonces comenzaron los ídolos o “huauquis” que era un ídolo o demonio escogido por cada Inca por su compañero y oráculo para darle respuestas. Sarmiento dice que cada soberano Inca tenía un familiar demonio o ídolo que llamaban guauqui. De Manco Ccapac fue el pájaro “inti” ya mencionado, de acuerdo con Polo de Ondegardo, dice que la palabra parece ser la misma como Huauqui o hermano. Ibíd. p. 46.

El bisnieto de Manco Ccapac, Mayta Ccapac siendo de carácter guerrero y muy atrevido fue el primero en distiguirse con las armas después de su bisabuelo. El relato de él fue, que se atrevió a abrir la jaula donde estaba encerrado el pájaro “inti”. Este mismo pájaro que Manco Ccapac trajo de Tampu-tocco que había sido heredado por los sucesores, el predecesor de Mayta Ccapac quien siempre había mantenido callado en la jaula o caja de paja, así era el temor que tenían a esta ave. Pero Mayta Ccapac era temerario más que los demás. Deseoso de mirar lo que sus predecesores habían guardado con mucho cuidado abrió la jaula y vio al pájaro inti y tuvo una conversación con él. Dicen que inti le dio oráculos y desde entonces de la entrevista con el pájaro, él fue más sabio y sabía mejor que debería de hacer y que pasaría. Ibíd. p. 49-50.

El cronista Bernabé Cobo de la historia del Perú menciona que, él “Quenti” o picaflor es el menor de los pájaros que se hallan en estas Indias, porque es tan pequeño que teniéndolo en la mano y cerrando el puño con él dentro, no hace más bulto que si fuera una bellota de encina; y pelado viene a quedar poco mayor que un moscardón, porque pelado, su cabeza es del tamaño de un garbanzo. [4] Bernabé Cobo. Tomo 2, cap. XXVII, p. 218. Tanto al colibrí como al halcón se les conocía como pájaro “Inti” y deduzco por mis lecturas que el colibrí es un mensajero y consejero, mientras que el halcón caracará  o Corequenque podría tener un valor muy diferente y tener un par de plumas en el llauto del Inca o gobernante es sinónimo de grandeza por valor de hechos heroicos, aunque al Inca solamente estaba autorizado para usar estas insignias, mientras que a los nativos Americanos me refiero Norte América, tenían la costumbre de adquirir plumas de águila Balde, que son plumas blanco con negro igual que las plumas del Curiquinque Andino, sin duda alguna estas plumas tan preciadas nunca fueron tan fácil de adquirir, ya fueran de colibrí, quetzal, cóndor, águila o halcón.

Al parecer la adoración del quetzal como un pájaro-deidad juega un papel importante en Mesoamérica entre los Maya-Toltecas, lo mismo entre los Andinos, al dios Wiracocha o Viracocha se le asocia con un colibrí o Inti mensajero de los dioses, lo que me invita a pensar que la deidad de Quetzalcóatl pudo haber nacido inicialmente en el Perú. Inti que significa sol, lo que podría contradecirse, al comparar la palabra Inti como el pájaro halcón o colibrí  mencionado por los cronistas, a no ser que la palabra tenga una connotación diferente, Quenti con Inti o Indi o sea un sinónimo de lo mismo. De acuerdo con Pedro de Sarmiento, menciona que la palabra Ynti el dios-sol es lo mismo que el pájaro Inti. [5] Ibíd. p. 37.

 

Al parecer no encontramos respuesta coherente, ya que solamente tenemos fragmentos de la mitología de los Incas, pero apelando a la mitología egipcia encontramos al dios Horus hijo de Isis y Osiris, que se le representa con doble corona, un sol con alas de halcón, entonces podemos intuir la influencia egipcia en esta región del antiguo Perú y la Mexicana, lo que Inti-Viracocha (de acuerdo con las tradiciones orales), propiamente es un dios alado representante del sol, y es entonces que parece que las cosas empiezan a tener un poco de sentido. De acuerdo con el libro Fray Diego Durán, Historia de las Indias de Nueva España, en la parte del vocabulario Tomo II. p. 584. [6] El nombre de significar lo que dicen, habría de ser “Aztatlán”, ya que garza, sinónimo de blancura, es aztatl. El nombre significa lugar de las “alas”. Aztli, aaztli es el juego de alas con las que el ave vuela. En el caso de las alas del ave son las alas del águila . El pueblo que hizo ciudad en el lago es el pueblo del Águila, o sea el pueblo del sol.

Para agregar más peso a las similitudes de las leyendas del Perú en cuanto al pájaro que Manco Ccapac tenía encerrado en un canasto o jaula, veamos los que Fray Diego Durán nos dice: Traían un ídolo que llamaban Huitzilopochtli, el cual traían cuatro ayos que le servían a quien él decía muy en secreto todos los sucesos de su itinerario y camino, avisándoles de todo lo que les había de suceder. Y era tanta la reverencia y temor que a este ídolo tenían, que otro ninguno que ellos, no le osaba tocar ni llegar. El cual venia metido en una arca de juncos, que hasta el día de hoy no hay quien sepa ni haya visto de estos naturales la forma de este ídolo. [7] Historia de las Indias de Nueva España. Tomo II, Cap. II, p. 26.

De  acuerdo con el Inca Garcilaso de la Vega en los Comentarios Reales menciona:

El rey traía esta misma borla; empero, era colorada. Sin la borla colorada, traía el Inca en la cabeza otra divisa más particular suya, y eran dos plumas de los cuchillos de las alas de un ave que llaman Corequenque. Es nombre propio; en la lengua general no tiene significación de cosa alguna; en la particular de los Incas, que se ha perdido, la debía de tener. Las plumas son blancas y negras, a pedazos; son del tamaño de las de un halcón baharí prima; y habían de ser hermanas, una de la una ala y otra de la otra. Yo se las vi puestas al Inca Sayri Túpac. Las aves que tienen estas plumas se hallan en el despoblado de Villcanuta, treinta y dos leguas de la ciudad del Cuzco, en una laguna pequeña que allí hay, al pie de aquella inaccesible sierra nevada; las que las han visto afirman que no se ven más de dos, macho y hembra; que sean siempre unas, ni de dónde vengan ni dónde críen, no se sabe, ni se han visto otras en todo Perú más de aquéllas, según dicen los indios, con haber en aquella tierra y otras muchas sierras nevadas y despoblados y lagunas grandes y chicas como la de Villcanuta. Parece que semeja esto a lo del ave fénix, aunque no sé quién la haya visto como han visto estas otras. Por no haberse hallado más de estas dos ni haber noticia, según dicen, que haya otras en el mundo, traían los reyes Incas sus plumas y las estimaban en tanto, que no las podía traer otro en ninguna manera, ni aun el príncipe heredero; porque decían que estas aves, por su singularidad, semejaban a los primeros Incas, sus padres, que no fueron más de dos, hombre y mujer venidos del cielo, como ellos decían, y por conservar la memoria de sus primeros padres traían por principal divisa las plumas de estas aves, teniéndolas por cosa sagrada. Tengo para mí que hay otras muchas aves de aquéllas, que no es posible tanta singularidad; baste la del fénix, sino que ellas deben de andar apareadas a solas; como se ha dicho, y los indios, por la semejanza de sus primeros reyes, dirán lo que dicen. Basta que las plumas del Corequenque fueran tan estimadas como se ha visto. Dícenme que ahora, en estos tiempos, las traen muchos indios diciendo que son descendientes de la sangre real de los Incas; y los más burlan, que ya aquella sangre se ha consumido casi del todo. Mas el ejemplo extranjero con el cual han confundido las divisas que en las cabezas traían, por las cuales eran conocidos, les ha dado atrevimiento a esto y a mucho más, que todos se hacen ya Incas y Pallas. Traían las plumas sobre la borla colorada, las puntas hacia arriba, algo apartadas la una de la otra y juntas del nacimiento. Para haber estas plumas cazaban las aves con la mayor suavidad que podían, y, quitadas las dos plumas, las volvían a soltar, y para cada nuevo Inca que heredaba el reino las volvían a prender y quitar las plumas, porque nunca el heredero tomaba las mismas insignias reales del padre sino otras semejantes; porque al rey difunto lo embalsamaban y ponían donde hubiese de estar, con las mismas insignias imperiales que en vida traía. Esta es la majestad del ave Corequenque y la veneración y estima en que los reyes Incas a sus plumas tenían. Esta noticia, aunque es de poca o ninguna importancia a los de España, me pareció ponerla por haber sido cosas de los reyes pasados. [8] Los Comentarios Reales del Inca Garcilaso de la Vega. Tomo II. p. 215-216.

 

Ahora con toda seguridad sabemos que el Corequenque es un halcón, aunque Garcilaso de la Vega no pudo encontrar explicación a la palabra Corequenque.

De acuerdo con la lengua Quechua la palabra “cori” significa oro, quenti como el cronista Cobo menciono significa picaflor o colibrí, pero al parecer a un tipo de  halcón ya mencionado también le llamaban “corequenque”

lo que esta palabra en conjunto significa “colibrí o halcón de oro” ya que en evidencias arqueológicas situadas en Bantán Grande en la jurisdicción de Poma, departamento de Lambayeque, Julio C. Tello  en 1937 recuperó para el Museo Nacional del Perú, diversos objetos de oro y plata.

 
                                                             Tumi de Lambayeque
 

Podemos ver figurines representando un tipo de dios viracocha con unos colibrís colgando de su corona, a la par de sus oídos o “Tumi de Lambayeque” el cuerpo del personaje labrado en oro macizo, un tipo de hombre pájaro, de largo mide 0.43 m y ancho 0.15 m con un peso de 990 gramos. Y este señor de los colibrís el Tumi de Lambayeque está más cerca a los relatos orales del Viracocha y su compañero alado, lo que podría ser una continuación de estos antiguos mitos. Lo que nos ayuda a confirmar la fidelidad tanto en las tradiciones orales del Perú y su arqueología, con la asociación del colibrí y el halcón. De igual manera podemos confirmar que los Aztecas, venidos de Aztlán tenían las mismas ideas mitológicas en común, recordando lo dicho por Pedro de Sarmiento que dicha ave era un ídolo que pertenecía a la familia y que se heredaba a la siguiente  generación o líder, de la misma manera que esta ave paso de Manco Ccapac hasta su bisnieto Mayte Cápac, y supongo se pasaba de generación en generación. De acuerdo con los comentarios de Diane E. Wirth en su libro A Challenge to the Critics. p, 71. Los antiguos hebreos tenían en sus casas, llamados serafines, que por regla no eran adorados sino que los tenían en sus casas como recuerdo a sus ancestros, igual que los Mesoamericanos, tenían imágenes de sus ancestros de acuerdo con el código Vaticano que apoya esta conjetura:

Ellos abastecían con muchas ofrendas a su progenitor original y decían, yo soy de tal y tal linaje, y adoraban y sacrificaban a su primer fundador y lo llamaban “el corazón de la gente” y lo mantenían en forma de un ídolo, en un lugar seguro, ofreciéndole oro y piedras preciosas. [9]

 

Otra de las aves a considerar es el quetzal peruano, o Korekennke y desde luego como poder ignorar esta valiosa información por parte de Númitor Hidalgo Palomino. Este señor hizo una expedición que llamó “Expedición Investigadora “Korekenke”. En busca del ave sagrada del Chinchasuyo, desde luego estamos hablando de un área geográfica del Perú. Claro que en su viaje hubo varios acompañantes entre ellos Lorenzo Tineo que compartió algunas de las versiones orales del “Korekenke” y contó que hubo una vez un comunero que casó a uno de las aves con el fin de extraerle el oro que guarda en su buche, porque según la leyenda esta ave se sirve del oro para triturar los granos que ingiere. A los pocos días de haberlo casado, el comunero falleció, y posteriormente sus familiares padecieron de enfermedades muy raras, es a partir de entonces que en la comunidad nadie se atreve a casar a esta ave emblemática, cría de los Inkas. En el proceso de la investigación Númitor se entrevistó en Cusco con la Asociación de Protección de Pájaros (Birdwatchers) y una institución especializada “Manu Jungle Advetures” a cargo de la bióloga y especialista Mg. Rocio Arce quien nos dio toda la información pertinente, respecto a nuestra especie “Korekenke” que luego de una nutrida investigación nos informaron que el ave korekenke conocido por los pobladores de Umari, en efecto se trataba de una variedad de Quetzal. Es así como nuestro asombro aumento al descubrir que el Korekenke umarino se trataba de una variedad, indubitablemente de Quetzal peruano que también habita los bosques nublosos de Madre de Dios, Cusco, Bolivia, Cajamarca y es muy sabido que el quetzal es el ave emblemática de los países centroamericanos, México, Guatemala, Honduras, Panamá y otros, siendo estos de la misma familia de los quetzales peruanos y muy emparentados con el quetzal huanuqueño.

A esta variedad de quetzal en el idioma Quechua de la zona se le conoce como ave Pilco.

                                                            Quetzal Peruano
                                               Foto de Númitor Hidalgo Palomino

En el Puno y Bolivia se le conoce como ave Pilco, siendo que en Tiwanaku existen tres puertas principales: El Puma Punku (Puerta del Puma), Inti Punku (Puerta del Sol). Y Pilco Punku (Puerta del Ave Sagrada).

Así mismo existe en la ciudad de Copacabana frontera entre Bolivia y Perú, el templo del sol que cuenta con una puerta llamada Pillko Punku lo que a decir de muchos investigadores se trata del ave Trogon “quetzal”. Investigación por Númitor Hidalgo Palomino el 17 al 30 de Agosto 2008.

 

 

Lo que podemos asumir la importancia de estos tres tipos de aves en la región del Perú en diferentes épocas de su desarrollo, tan importante fue el quetzal peruano, como lo fue el halcón y el colibrí, coincidentemente pasa lo mismo en la región de Mesoamérica con el pájaro quetzal, tanto los Mayas-Toltecas y posteriormente los Mexicas arrastraron con ellos esta misma conceptos mitológicos inherentes en su religión, entonces por sentido común me parece que estas costumbres pasaron gradualmente de Sudamérica a Centroamérica y posteriormente su influencia llegó a hasta lo que hoy son los Estados Unidos Americanos y el Canadá. De acuerdo con Wikipedia con el tema “Mitología Mexica” nos explica que al aparecer los dioses, cuatro de los hijos primogénitos o Tezcatlipocas se encargan de organizar y poner en movimiento el universo, Tezcatlipoca (Norte), Xipetótec o Camaxtle (Oeste), Quetzalcóatl (Este), Tláloc o Huitzilopochtli (Sur). Huitzilopochtli estaba encargado de sostener los cielos del Sur, lo que se le conocía también como Tezcatlipoca Azul, Colibrí Zurdo o del Hemisferio  Sur. Lo que estos cuatro Tezcatlipocas dividían el mundo en cuatro partes, tal como los Incas. Lo que esto podría confirmar, que este dios Huitzilopochtli inicialmente vino del Hemisferio Sur.

                                         
                                          Huitzilopochtli levantando los cielos del Sur

 

La importancia de las plumas de una Águila Bald todavía repercute en nuestros días, en los Estados Unidos Americanos es ilegal tener o comerciar con plumas de este tipo de Águila, ya que sus plumas son blancas con negro, el mismo color del Corequenque de los Andes. Estas plumas son muy apreciadas y protegidas ya que estas plumas solamente se pueden usar con permiso y por ciertas tribus nativo-americanas para uso en ceremonias religiosa. En 1994 la agencia The National Fish and Wildlife Forensics Laboratory in Ashland, Oregon regalo 870 águilas, y lleno 28.000 solicitudes para plumas. (10) http://www.baldeagleinfo.com/eagle/eagle5.html

 

Sagrados artefactos regresaron a una tribu al Norte de California, U.S.A. En Agosto 13, 2010.

San Francisco(AP)- Pieles blancas de venado, plumas de Cóndor y un penacho (adorno de la cabeza) echo de un rojo brillante de plumas de pájaro carpintero, están entre más de 200 artefactos sagrados que están una vez más  en posesión de una tribu de Indios al Norte de California. La Tribu Yurok celebró el regreso de estos artículos la semana pasada-entre la más grande  repatriación de sagrados objetos a Nativos Americanos de la Institución Smithsonita Museo de Indios Americanos.
http://www.kyivpost.com/content/world/sacred-artifacts-returned-to-northern-california-t-78431.html?flavour=mobile 



 

Cuento por Arnaldo Quispe, psicólogo de formación en Perú, procede de un linaje de “paqos” (chamanes andinos).

 

El Colibrí de Oro (Qori Q’ente)

 

El país andino silvestre reúne cientos de especies de plantas y animales, que ocupan un lugar importante en la ecología de las alturas. Q’ente o colibrí andino es una ave de  pequeña dimensión, que tiene un significado simbólico en la cosmovisión andina, pues se le asocia con la dulzura, armonía, buena suerte y sacrificio. Esta es la historia  de un colibrí llamado Muru Muru que tuvo que sacrificar su vida para servir a su pueblo.

Cuenta la historia que los colibrís andinos despertaron una mañana con un extraño presentimiento. Al mediodía presenciaron una extraña lluvia que caía aún cuando Tata Inti el divino Sol estaba presente irradiando con fuerza el horizonte andino. Preocupados y fatigados por las sensaciones comunes decidieron acordar convocar al gran consejo de colibrís de los Andes. Muchos de los líderes reunidos llegaron a una sola conclusión “Para nuestro pueblo es muy importante estar comunicados con nuestros ancestros.

 

Pero parece que ellos ya no nos escuchan, ha pasado algo esta mañana y algo tenemos que hacer.” Luego dijeron: Necesitamos comunicarnos con ellos y por eso debemos enviar a uno de nosotros a las profundidades del Ukhupacha. Realizar esta misión mortal implicaría salvar las diferencias con el reino de los ancestros. Para dicha empresa, eligieron a un colibrí muy trabajador llamado Muru Muru, buen padre y esposo, no podía ser otro ya que había sido elegido por la unanimidad del consejo por su peculiar plumaje gris con brillo multicolor ya una impecable reputación.

El plan comenzaba con un viaje muy distante y arriesgado. Para llegar a la fuente misma del Ukhupacha, Muru Muru debía llegar a las profundidades de la selva. Como en otros casos de viajes lejanos los colibrís ya conocían la solución, pues que mejor que esconderse en los pututos de los chasquis. El correo imperial estaba tan bien organizado que recorría todas las rutas del imperio. Los colibrís solo tenían que tener en cuenta de intercambiar de pututo cuando el chasqui debía intercambiar la posta con otro chasqui. El Qhapac Ñan que une a la ciudad del Qosqo y la ciudad secreta de oro “Patiti” era la ruta preciso que conduciría a Muru Muru a las profundidades de la selva. El camino era secreto, celosamente resguardado a fin que nadie pudiera saber su ubicación. Los chasquis siempre leales jamás revelarían el secreto.

Ya en el corazón de la selva, Muro Muro muy bien adiestrado para su misión decide abandonar su genial guarida. En adelante debía buscar el gran Río donde mora la Yacumama, la gran serpiente del bósque. Este era el siguiente paso: encontrar a la Yacumama pues tendría que ser su nuevo transporte para llegar a las dimensiones del Ukhu Pacha. La gran boa apenas podía percatarse de la presencia del colibrí, que cuando abre la boca para bostezar el astuto colibrí ingresa y se esconde entre los afilados dientes. La Yacumama sin percatarse de su ocasional pasajero emprende su viaje habitual hacia las profundidades de las aguas. Una vez que la serpiente se detiene para reposar en los dominios de la Ukhupacha, Muru Muru emprende un fugaz escape logrando salir por las narices de la serpiente. Y de inmediato se da cuenta de encontrarse en otra dimensión, en otro mundo en donde los colores, aromas, sonidos y luces celestiales no cesan. Se percata también de encontrar a sus ancestros q’entes volando alrededor de las flores aromáticas de éste majestuoso Edén. Los colibrís del Ukhupacha le dijeron que tenía que ir a hablar en frente del clan superior de los q’ente del mundo inferior.

Cuando los ancestros colibrís se pusieron de acuerdo y para resolver el impase con los colibrís de la tierra media. Acordarían que Muru Muru tenía que regresar al bósque amazónico e ir a Patiti: la ciudad de oro del Inca y llegar a la cima de la pirámide más alta y reposar por un instante con el Korekenke de oro, ya que para ellos eso sería un privilegio y de ese modo se resolverían todos los inconvenientes creados.

Muru Muru aceptó, después de todo no sería difícil sea nueva misión considerando todo lo que ya había pasado. Así fue, pero cuando el colibrí se posó junto al ave sagrada incaica, se solidificó en oro convirtiéndose en Qoriq’ente: el colibrí de oro incaico y ave sagrada en adelante.

 

  

El Colibrí de Oro: Cuentos Andinos Para el Crecimiento Espiritual. 2012

El colibrí de oro (Qori q’ ente). p. 34. Por Arnaldo Quispe.